¿Seguro de ti mismo? Siempre.

+¿Estás seguro? -¿Qué? +Te pregunto si estás seguro de ti mismo? -Siempre, y no debo, tengo que estarlo.

Pulgada a pulgada, paso a paso, la vida nos trae diferentes maneras de, en cierto modo, ponernos a prueba. 

En muchos ámbitos, de muchas formas, estamos día a día decidiendo, eligiendo, qué vamos a hacer, y es en esos momentos cuando tenemos que estar seguros de nosotros mismos. 

O así es como yo lo veo. 

La cuestión que vendría ahora podría ser si, ¿estamos seguros/as de querer dejarlo? Ya sé que hasta que no actuamos no lo sabemos, pero, y una vez que lo hemos hecho, que hemos decidido la senda que andar, ¿realmente estamos seguros/as de no querer retroceder, quizá rebobinar la película un par de escenas, hasta ese momento en el que éramos, si cabe, un poquito más felices que ahora. 

Quien nos conoce, y digo conoce, lo sabe. A esas personas aunque tratemos de ocultarles nuestra tristeza, pesar, frustración o como se dice hoy, nuestras ralladas, saben qué es lo que nos pasa. 

Miro lágrimas pero veo tristeza, oigo sollozos pero escucho dolor. Nadie nos impone tomar nuestras propias decisiones, son nuestras y de nadie más. Y claro que esto no significa que no nos equivoquemos, la cuestión reside en si, cuando vemos que ese no es el camino correcto, si estamos seguros de querer volver a un punto anterior que conocemos, echarle valor y rectificar (dicen que es de sabios), por llamarlo de alguna manera, retroceder hasta una zona de confort. 

¿Hasta aquí todo bien? ¿Sí? Pues seguiré unas líneas más. 

Ayer escuché algo que me hizo pararme y decirme a mí mismo, tiene toda la razón. Esta persona decía que debíamos dejar ir lo que nos hiere, lo que nos daña, estar seguros en ese aspecto, en lugar de encariñarnos con esa "daga" que nos va abriendo cicatrices. 

Dicho esto, y sin olvidar el tema principal de esta entrada, quisiera acabar diciendo esto: 

"+¿Me prometes una cosa? -¿Qué? +Prométeme que pase lo que pase, no olvidarás quién eres. Y no me refiero a que no olvides que eres un buen soldado, sino a que no olvides que eres un buen hombre. -Te lo prometo".  

J.