Reflejos de un río naciente ...

Hola a todos, me gustaría empezar el año con esta entrada en la cual hago mención (como bien refleja el título del blog), a unos: "ideales con carácter propio". 

Después de pasar etapa tras etapa en mi vida, ahora, con 21 años a mi espalda, empiezo a darme cuenta de cuanta razón llevaban ciertas personas que no olvido ni un sólo día por la riqueza moral que a mi parecer ostentan, cuando me hablaban de todo tipo de cosas que, llegado su momento, supe eran la única verdad (a mis ojos). Intentaré explicarme...
En esta partida que a cada uno de nosotros nos toca antes o después jugar, la vida, como en todo, uno no siempre obtiene lo que cree merecer, es en esos momentos cuando aparecen las dudas, los enfados, las inseguridades, ¿el miedo? Sí, podría decirse que también hace su aparición en escena. 
En cada momento y bajo diversos nombres como por ejemplo, el próximo examen de la carrera, llega el típico autocomentario: "mierda, no he estudiado nada y voy al hoyo de cabeza". Esto viene así porque nosotros mismos nos lo decimos, es decir, si por el contrario, incluso la última noche antes del fatídico examen, fuéramos capaces de sentarnos frente al libro y (perdón por la expresión), "echarle huevos", quizá y solamente digo quizá, el resultado final de dicho examen fuera distinto al que nos imaginamos. Pero al menos yo, me iría con la sensación de haberlo intentado. 
Todo va en base a la edad que tenemos, y a cada palito que sumamos en nuestro aniversario aparecen nuevos jugadores que intentarán jugar su papel y esperarán los acontecimientos desde detrás la barrera, esa barrera que llevamos sobre los hombros, por supuesto, me refiero a nuestra queridísima cabeza, esa compañera que nunca nos abandona sino por el hecho de llevarla pegada al cuerpo. La misma que puedo afirmar sin temor alguno a equivocarme que es la dueña y señora de todas, TODAS, nuestras rayadas. 
Otro aspecto en el cual, cómo iba a ser sino, juega con nosotros, es en el "idílico momento" en el que todos y cada uno piensa y dice para sí mismo/a: "acabo de encontrar el amor de mi vida". Perdonadme si no comparto vuestra opinión pero queridos amigos, a mi parecer, el único amor que realmente será el de nuestras vidas, debemos ser nosotros mismos. Y sí, os lo dice alguien a quien hasta hace bien poco estas mismas palabras que ahora escribo le parecían una absoluta insensatez. Puesto que soy de la idea de que el orgullo y el egoísmo no hacen nada bueno. No por ello pienso que haya cambiado, sino que he abierto un poquito más los ojos.
Tranquilos/as que lo explico, como preámbulo de lo que intento decir, opino y como máxima me impongo a mi mismo que el hecho de dar, sin esperar nada a cambio y de una manera de lo más desinteresada, nos hace ser inmensamente ricos (moralmente). Pero, no por ello, debemos pecar de ingenuos y dejar nuestra balanza desequilibrada hasta el punto en que nos caigamos al abismo. Esa balanza personalmente siempre intento ponerla en el 50%, pero no siempre lo consigo, aun así, procuro dejar cierto nivel de estabilidad emocional, puesto que a fin de cuentas es lo que ocupa este lugar, las emociones, los sentimientos. 
Me hace gracia cuando veo imágenes, dibujos, notas, de cosas que pienso igual respecto a lo que dicen pero, que si me paro a pensarlo un minuto, le encuentro ciertas diferencias. Lo típico de: "el hecho de que esté enfadado/a no significa que haya dejado de quererte". Pues sí, pienso que una cosa no resta valor a otra. Pero aquí viene el paradigma de la cuestión, cuando realmente quieres (a tu mascota, a tus padres, a tu pareja, etc), ¿cuando te enfadas piensas por un momento en que has dejado de querer? Permitidme decir libremente que NO.
Cada cosa su lugar ocupa, pero no se mezcla. 
Siendo impulsivo como soy, os digo que cada cual es dueño de lo que siente a cada momento, pero debemos tener claro qué es lo que estamos haciendo y a quién o a qué se lo estamos haciendo. Así, antes de actuar, deberíamos pensar, y no como bien se dice: "disparo y luego pregunto".
Así y con todo, me gustaría apoyarme en un vídeo sobre un cuento de Jorge Bucay, una persona la cual no conozco pero he de admitir que cala hondo, (por si os interesa aquí pongo el enlace para el video: http://www.youtube.com/watch?v=LdkcvvO7wY0 ).
De lo escrito hasta ahora, presiento que no me retracto en nada, pues así es tal y como lo veo yo, que no quiere decir ni dar a entender que sea lo correcto o que esté en lo cierto, únicamente expreso mi opinión. 
Y como veo que me estoy alargando mucho, me gustaría ponerle el punto y final a la entrada no sin antes hacer una pequeña pero a la vez gran mención (de manera indirecta y respetando su anonimato), a una persona a la cual siento que he ayudado cuando me lo ha pedido y cuando no, en mayor o menor medida también he procurado hacerle el mejor bien posible de la manera más desinteresada que puede haber, el aprecio y el cariño. 
Esa persona, la cual vi recientemente, ha pasado como todos por momentos que creo nadie está preparado para pasarlos, pero que ha sabido salir del pozo donde estaba apoyándose en amigos/as y pisar fuerte el camino de la vida. Así que para no extenderme más, desde aquí le mando un abrazo fuerte y una vez más le recuerdo, por si algún día lo olvidó, que como bien reflejo líneas arriba, el hecho de que aparezca en mi semblante algún enfado, no significa que piense realmente lo que reflejo. 
Y con permiso a quien buenamente corresponda, utilizo una expresión que me ha gustado: "I deserve somebody who gives a shit". 

J. 

Comentarios

Lo más visto...